Fundamentos Teóricos de la Narración Científica

 Fundamentos Teóricos de la Narración Científica

La narración científica es una de las formas más poderosas de comunicación que existe, mucho más que solo la presentación de hechos y cifras. Es el proceso que utiliza la narración con la seriedad de un proyecto de investigación para presentar los hallazgos de manera interesante y accesible para el público en general. En este documento, se consideran los fundamentos teóricos de la narración científica, por qué es tan relevante, cuáles son las áreas clave y cómo se puede aplicar.

La Relevancia de la Narración Científica

La narración científica es vital para la transmisión de hechos, al menos en una sociedad donde prevalece tanta información, y demasiado a menudo, información en exceso. Según argumenta Olson (2015), "una narrativa tiene el poder de atraer la atención, facilitar la comprensión y mejorar la retención de información" (p. 12). Al poner los hallazgos científicos en un contexto de historia, los científicos pueden hacer que su trabajo sea más interesante y comprensible no solo para el público en general, sino también para las audiencias no científicas.

Elementos Esenciales de la Narrativa Científica 

Contexto: Se necesita contexto para proporcionar un entorno para la investigación en el mundo en general. Según Graesser, Olde y Klettke (2002), "el contexto proporciona el trasfondo requerido para que los lectores entiendan la relevancia e implicaciones de los hallazgos" (p. 229). Proporciona una estructura en la que los hallazgos puedan relacionarse con los asuntos o controversias más amplias dentro de la sociedad.

Personajes: Los personajes pueden usarse dentro de la escritura de la ciencia para darle una dimensión humana a la investigación y para hacerla más atractiva para el lector. Estos personajes pueden ser los científicos, las entidades bajo estudio, o, en el caso de un concepto, un concepto personificado. Según Dunbar (2013), "los personajes en las historias científicas actúan como vehículos para transmitir información compleja de una manera más comprensible y memorable" (p. 78).

Trama: La trama en una historia científica debe ser una lógica coherente, con un inicio, desarrollo y final. La trama relata la ayuda a los lectores a seguir el flujo de eventos y resultados. "Una trama bien construida es capaz de guiar a los lectores a lo largo del viaje de investigación, desde la pregunta inicial a través de los resultados y su interpretación" (Fisher, 1987, p. 62).

Conflicto y Resolución: El conflicto en la narración científica toma la forma de una pregunta de investigación o una hipótesis controvertida. El conflicto se resuelve hábilmente mediante la presentación de datos y análisis, lo que asegura un final satisfactorio a la historia. Como afirma Bruner (1991), "el conflicto y su resolución son los ingredientes críticos que mantienen al lector involucrado y mejoran la comprensión de los descubrimientos científicos" (p. 7).

Algunos ejemplos prácticos de narración científica 

Uno de los más grandes ejemplos de narración científica es el trabajo de Carl Sagan, cuyo libro Cosmos (1980) se basa en ambos: en la narrativa y en la ciencia concreta para ilustrar el universo. El trabajo de Sagan combina historias, personajes y antecedentes históricos para hacer que la ciencia sea accesible y emocionante para una amplia gama de lectores. En un ejemplo más detallado, Richard Dawkins en El gen egoísta (1976) teoriza el proceso de la evolución desde un punto de vista genético con la ayuda de su concepto de un "gen egoísta." Dawkins personifica los genes en una narrativa en la que el lector puede llegar a comprender íntimamente una serie de conceptos biológicos difíciles.

Teorías que Respaldan la Narración Científica 

Teoría de la Coherencia Narrativa: Esta fue desarrollada por Fisher (1987), quien sostiene que las narraciones son persuasivas porque son coherentes y significativas para el oyente o lector. La coherencia narrativa se refiere tanto a la coherencia enraizada de la propia narrativa como a la coherencia en la forma en que se interrelacionan los personajes y eventos en un sentido más amplio.

Teoría del Transporte Narrativo: Green y Brock (2000) diseñaron esta teoría, que establece que a través de la narrativa, los individuos se "transportan" a la historia; por lo tanto, se logra una mayor inmersión, con un impacto persuasivo mayor hacia el mensaje. Un buen ejemplo de transporte narrativo en la ciencia es el uso de estudios de caso que dan a los lectores la oportunidad de "vivir" la investigación a través de la experiencia de los personajes.

Conclusión 

La narración es una herramienta muy eficiente para expresar avances en la ciencia. Usando la coherencia narrativa, así como los elementos del transporte y la atención, los investigadores pueden hacer que sus escritos sean más interesantes y atractivos. Hay explicaciones teóricas de teorías que explican la coherencia narrativa y el transporte narrativo a través de las cuales los efectos pueden ocurrir en narraciones científicas. En un mundo lleno de ruido informativo, la capacidad de contar buenas historias sobre la ciencia posiblemente nunca haya sido tan vital para la advancementocación del conocimiento.

Referencias 

Bruner, J. (1991). Acts of Meaning. Harvard University Press.
Dunbar, K. (2013). How scientists think: On-line creativity and conceptual change in science. In R. J. Sternberg & J. E. Davidson (Eds.), The nature of insight (pp. 365-395). MIT Press.
Fisher, W. R. (1987). Human Communication as Narration: Toward a Philosophy of Reason, Value, and Action. University of South Carolina Press.
Graesser, A. C., Olde, B., & Klettke, B. (2002). How does the mind construct and represent stories? In M. C. Green, J. J. Strange, & T. C. Brock (Eds.), Narrative impact: Social and cognitive foundations (pp. 229-262). Lawrence Erlbaum Associates.
Green, M. C., & Brock, T. C. (2000). The role of transportation in the persuasiveness of public narratives. Journal of Personality and Social Psychology, 79(5), 701-721.
Olson, R. (2015). Houston, We Have a Narrative: Why Science Needs Story. University of Chicago Press.
Sagan, C. (1980). Cosmos. Random House.
Dawkins, R. (1976). The Selfish Gene. Oxford University Press.

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